domingo, 18 de marzo de 2012

ESTACIÓN DE PASO




Una tras otra caían las hojas, a cámara lenta. Blancas cuartillas donde la imaginación solo había dejado un reguero de manchitas negras sin conexión ni sentido. Anodino y aburrido, observaba la distancia entre la mesa donde se amontonaban hasta donde la caprichosa gravedad las dejaba esparcidas. Al contrario de otros novelistas, el otoño, era para él, la estación donde el tren de la inspiración pasaba de largo. Reflejada su silueta en el cristal, el ventanal enmarcaba el dorado paisaje otoñal.

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