Las malas hierbas no dejan crecer
la semilla de tu interior.
Mas lo que fue sembrado con amor,
regado con cariño,
cuidado con esmero y buena voluntad,
renacerá aunque se crea helado
y maltrecho por los malos temporales.
Las raíces arraigadas en la buena tierra germinarán,
y brotará verde el robusto árbol
que poco a poco constituirá tu propia vida.
Dará flores de preciosos colores
que iluminarán las vidas de los que pacientemente te quieren.
Con el tiempo los frutos jugosos y maduros
representarán el valor de la experiencia y la lucidez,
La certeza de la verdad y la buena fe.