miércoles, 28 de marzo de 2012

CUENTO AFRICANO


A la sombra de unos frondosos árboles, Don Leoncio pasaba la mayor parte del día tumbado somnoliento, pero con un ojo abierto. Como rey que era, controlaba todo lo que sucedía a su alrededor. Si un travieso chimpancé, la señorita gacela despistada o su rival Don Leonidas andaban cerca, tenía que rugir ferozmente para hacer valer su autoridad. Por los alrededores acostumbraban a merodear las esbeltas hermanas Leonor y Leocadia. Él perdía su melena por Leonor, ella coqueta lo sabía...

sábado, 24 de marzo de 2012

viernes, 23 de marzo de 2012

NUNCA ES TARDE SI LA DICHA ES BUENA


Pasas de largo, distraída, me eludes. Ni roce, ni caricia, sólo desaire. Me esquivas. Cansado, abatido, me rindo a tu indiferencia, desdén, olvido. Ocupo un asiento en un rezagado tren, sin trayecto, sin destino. Me abandono, a la indolencia, al descuido. Ojos que me perciben incesantes, insistentes. Me aventuro, al desafío. Llegas a mí, plena, radiante, dulce amparo, abrigo. Deslumbrante apareces, risueña, alegre. Orientas mi desvío, regeneras mi energía, gozo, complacencia, deleite, optimismo. DICHA plena, colmas mi débil espíritu fortalecido.

miércoles, 21 de marzo de 2012

¡NO SABES NI FREÍR UN HUEVO!



 Dani no comprendía. Cada vez que su padre decía esa frase, su madre ahogaba en sollozos el llanto. A él le encantaban los huevos fritos que ella les preparaba. Ella se apuntó a un curso de cocina en la asociación de amas de casa. Su padre estalló: ¡qué se había creído la señora, todo el día de pingoneo! Con el tiempo Dani aprendió a convivir entre discusiones, llantos y reproches. Terminó aborreciendo su plato favorito y también a su padre.

lunes, 19 de marzo de 2012

SE OFRECE GUARDIÁN

La última alma humana llegó y tras ella se cerró para siempre la puerta. Almas pacientes e impasibles desde el principio de los tiempos, se acumulaban amontonadas y apretujadas, junto con las despistadas y asustadas recién llegadas. Al principio fue fácil distribuirlas, había espacio de sobra. Después el tiempo se eternizó y se produjeron acontecimientos inesperados. Opinaba que al Jefe la empresa se le había ido de las manos. Entregadas las llaves y echado el cerrojazo su futuro pintaba incierto.