viernes, 16 de marzo de 2012
ATRACCIÓN
Siempre soñaba su encuentro. Fantaseaba puliendo cada detalle. Alimentaba su ilusión tejiendo imágenes con retazos de sus formas.
Nadie participaba del mundo creado para ella. Un espacio de dos, indiferente a la falsedad y decepción que rodeaba su vida.
El pánico se apoderaba de sus entrañas, sentía un pellizco en el alma y un coletazo de ira en el corazón. Porque a veces cuando era capaz de dilucidar, la atracción a su propia muerte, se presentaba disfrazada de aquella mujer.
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