Las malas hierbas no dejan crecer
la semilla de tu interior.
Mas lo que fue sembrado con amor,
regado con cariño,
cuidado con esmero y buena voluntad,
renacerá aunque se crea helado
y maltrecho por los malos temporales.
Las raíces arraigadas en la buena tierra germinarán,
y brotará verde el robusto árbol
que poco a poco constituirá tu propia vida.
Dará flores de preciosos colores
que iluminarán las vidas de los que pacientemente te quieren.
Con el tiempo los frutos jugosos y maduros
representarán el valor de la experiencia y la lucidez,
La certeza de la verdad y la buena fe.
Me gusta, es un texto que invita al optimismo, como el hecho de que retomes tus escritos.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Alfred por estar ahí.
EliminarBello mensaje, muy optimista.
ResponderEliminarSaludos...
Gracias Juanito, el optimismo por siempre.
EliminarLa fuerza interior no se deja derrotar por malas hierbas, ni tormentas, ni tsunamis. Reside encapsulada, a la espera de la primavera por estrenar en cada puerta que se abre, al cerrarse otra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bello comentario Albada, espero que así sea.
EliminarUn mensaje cargado de buena energía, fuerte, poderosa, sabia, me ha encantado Pilar, gracias.
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