Como cada día caminaba sin destino fijo, se dejaba guiar por las sensaciones. De repente vislumbró un luminoso que atrajo su atención. No había escaparate, ni reclamos que indicaran que clase de negocio se escondía tras la puerta, sólo unas letras centelleantes: "Liquidación por stock sentimental". La singularidad del anuncio le picó la curiosidad. Entró. Un cartel indicaba "Oportunidad única: hombro donde llorar, palabras de consuelo, mano a la que aferrarse, abrazo reconfortante. Una flecha indicaba la dirección.
martes, 21 de febrero de 2012
OPORTUNIDAD O DESTINO
Como cada día caminaba sin destino fijo, se dejaba guiar por las sensaciones. De repente vislumbró un luminoso que atrajo su atención. No había escaparate, ni reclamos que indicaran que clase de negocio se escondía tras la puerta, sólo unas letras centelleantes: "Liquidación por stock sentimental". La singularidad del anuncio le picó la curiosidad. Entró. Un cartel indicaba "Oportunidad única: hombro donde llorar, palabras de consuelo, mano a la que aferrarse, abrazo reconfortante. Una flecha indicaba la dirección.
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