lunes, 3 de febrero de 2014

PAISAJE LUMINOSO EN EL TENUE RECUERDO

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Foto de Foro Ciudad
Desperté, la luz era distinta. La ilusión y el deseo espontáneo aceleró mi pulso. Por las aberturas de las cortinas se filtraba un brillo inusual  que me invitaba a  levantarme corriendo. Sin embargo me tomé mi tiempo. Despacio deslicé mis pasos hacia la ventana.
Poco a poco, pacientemente segura del espectáculo,  fui desnudando la mañana. Se me presentó calladamente silenciosa, sutilmente eterna. La lentitud sorda, descendiendo sigilosamente sobre el mullido y resplandeciente manto, me envolvió en una insólita espiritual armonía.

8 comentarios:

  1. Suave momento del día, en que se decide incorporarse al quehacer cotidiano.
    Un saludo.

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    1. Sí, pero en este caso más especial aún.
      Gracias por comentar Alfred!

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  2. La luz que la naturaleza nos proporciona en cualquiera de sus formas y en cualquier momento del día es siempre una armoniosa terapia, solamente hay que tomarse un poco de tiempo, sin prisas, como en tu relato. Genial, Pilar !!!
    Un beso !!!

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    1. Llevas razón siempre está ahí ofreciéndonos su armonioso espectáculo que tantas veces nos pasa desapercibido, ¡lástima!
      Gracias Atenea, un beso para ti también!

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  3. Qué silencio tan especial trae consigo la nieve, y la luz también es diferente si señora, qué sensibilidad tan familiar, me has traído recuerdos de otro tiempo en el que disfruté de un despertar tal cual lo describes en un lugar mágico que ya se difuminó en mi memoria. Un gran abrazo Pilar, cómo me gusta lo que cuentas.

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  4. Gracias Carmine, me alegra que te haya hecho recordar un momento tan especial como el que yo también guardo en la memoria. No sabía muy bien si con la descripción lograba transmitir ese momento mágico del despertar de un día nevado.
    Un abrazo!

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  5. Los oídos parecen responder al silencio que trae la nieve. Ese manto blanco que cede a las prisas, para dejarnos un frío, y envolvente, manto blanco de paz.

    Un abrazo.

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