miércoles, 15 de enero de 2014

SIN RESPIRACIÓN



La casa continuaba como la noche anterior, sin embargo su mundo había dado un giro de ciento ochenta grados. No podía, no quería pensar. Sus piernas se tambaleaban ante los escombros de los pilares de su vida. Llenó un vaso de leche, lo calentó en el microondas. Comienzo de un inmenso desconsuelo, una lágrima recorrió su mejilla. Principio de tantas otras por llegar y que, poco a poco,  ahogarían el cálido y acogedor olor familiar que jamás volvería a respirar.

2 comentarios:

  1. Pilar, me imagino el motivo por el cual todo cambia y te deja sin respiración, y me estremezco. Creo que no puede haber peores impactos para el corazón que una llamada portadora de malas noticias.

    Buen microrrelato, me gustó.

    Abrazos.

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  2. Las súbitas ausencias en un primer momento, destemplando el alma. Los pequeños gestos abriéndose paso ante la realidad inesperada y dolorosa. Breve y muy gráfica.

    Un saludo.

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