lunes, 7 de mayo de 2012

ARMONÍA MUNDIAL

El último fusil fue destruido. A partir de entonces todas las academias militares se convirtieron en academias de música y las dulces melodías de los instrumentos pasaron a sustituir el estrepitoso rugir de las armas.

8 comentarios:

  1. Pilar, un relato utópico al que yo votaría porque fuese norma desde ya. Nunca me han gustado las armas, con ellas se siembran muchas desgracias.

    Abrazos.

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  2. Y cuando, con la última bala en la fundición, pudieron llenar el molde de otro instrumento de viento, ya nadie dudó entre sonido y ruido.
    Todos habían sobrevivido al estruendo de la última y devastadora tercera guerra mundial.

    Si me permites.
    Un abrazo

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  3. La cantidad de batutas que se podrían hacer con tanto fusil, y no te digo de transformar cañones en campanas.

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  4. Ojalá, ojalá algún día consigamos hacer realidad tus palabras.

    Besitos

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  5. Genial. Una expresión de deseo que ojalá algún día se transforme en realidad.
    ¡Qué buen uso de las palabras en el micro! Me llegó mucho como lector.
    ¡Felicitaciones!

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    1. Me alegra que mis palabras te lleguen. Muchas gracias por tu interpretación.
      Un abrazo armonioso.

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