Como un perro pulgoso, la Tierra se sacudió por quinta vez. A cada sacudida miles de habitantes caían al vacío y como pequeñas gotas de agua se desvanecían en el espacio.
Dolida en lo más profundo de sus valles, defraudada en las mas altas expectativas de sus colinas, decepcionada en las intensas aguas de sus mares, la propia Naturaleza cogió las riendas de la selección. Solo los comprometidos, los prudentes y los sensatos quedarían como elegidos de aquella justa criba.
La sola idea, de imaginarse gráficamente, cómo la tierra, da unas sacudidas para sacarse, los indeseables de encima, la encuentro genial. Lástima que con ellas nos fuéramos todos, sin juicio alguno, al espacio. Los aprovechados de turno, estarían agarrados a los árboles y ocultos en las cuevas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pilar, una idea muy original sobre eso que nos promete la Iglesia, ese paraíso que nos avisan llegará algún día. Personalizar a la Tierra me ha parecido magnifico y darle sentimientos sobre sus extremidades, más aún.
ResponderEliminarMe gustó.
Abrazos.
Que fantasía tan geográfica e histórica, pero con tan intenso contenido de realidad.Te provoca dar una mirada de cámara lejana desde donde el punto de vista se torna microbiano y somos un todo en descomposición.
ResponderEliminarCon cada catástrofe natural me pregunto si la naturaleza no estará advirtiéndonos, Pilar.
ResponderEliminarCon este micro reflejas con exactitud el sentimiento de muchos.
Un abrazo,
Desde el principio, el pequeño planeta, azul y líquido, de vez en cuando, por higiene o instinto, o por puro aburrimiento, se sacude agitado, dejando en el silencio del Universo, una leve sensación de vida inteligente.
ResponderEliminarSi te parece. Un abrazo
Excelente comentario.
EliminarUn abrazo!
¡Genial!
ResponderEliminarMuy buena perspectiva, jamás lo había pensado así. Me encantó.
¡Felicitaciones!
Gracias Juanito!
EliminarMe he imaginado al planeta sacudiendose de vez en cuando, y me gustaría realmente ver como hace esa selección. La vida sería menos complicada.
ResponderEliminarBesitos